Las batallas son maravillosamente dinámicas. Algunas de las mejores partes de 'God of War' surgen en sus momentos más tranquilos. Un espléndido recordatorio del feroz orgullo que China siente por su historia.
No cumple con las expectativas. Presenta un ritmo pausado, una música poco refinada y un protagonista que parece estar en un estado de sueño constante.