Una comedia animada que se caracteriza por su humor inteligente y su toque de locura. Resulta muy entretenida, con un reparto de voces carismático y un alto porcentaje de aciertos en sus bromas.
Está tan rebosante de ideas y tan rebosante de estilo visual que ensombrece a la mayoría de los demás éxitos de taquilla. Pasé dos horas viéndola y un par más desentrañándola.
Esta 'ovejuela' fusiona la alegría y la excentricidad propias de la cultura inglesa con un matiz 'Spielbergiano', todo ello complementado con el característico encanto de Aardman.
Los números musicales son impresionantes, la historia está llena de optimismo y desafío, y todo está magníficamente iluminado. Pero hay una tensión entre la crudeza de las experiencias de Celie y la espectacularidad que la rodea que Bazawule nunca resuelve.
Capta de forma conmovedora la humanidad en mitad de la metralla. Los aficionados a la historia notarán los esfuerzos por reflejar la realidad del conflicto, pero los toques spielbergianos son, sin duda, un gran punto fuerte.
Irons brilla en su papel. Hay algo profundamente conmovedor y casi trágico en un buen hombre que se ve gradualmente atrapado por las oscuras realidades que lo rodean. Esta película logra captarlo de manera excelente.
Aunque presenciar a un grupo de nazis ser eliminados de maneras escalofriantes puede proporcionar una emoción propia de una película de medianoche, lo arriesgado pierde fuerza con el tiempo.
Anderson ofrece a su audiencia una experiencia de complicidad reconfortante mediante referencias que rompen la cuarta pared, aunque la historia de moralidad que se presenta es apenas superficial.
Nighy ofrece la mejor actuación de su carrera. Lou Wood es una pastilla efervescente en un vaso de agua turbia, guiando a estas viejas almas hacia una vida mejor. Este conmovedor filme lo logra con una sensibilidad notable.
Un drama sobre el aborto que resulta sorprendentemente falto de tensión. Aunque está claro que hay mucho en juego, 'Call Jane' no se muestra interesada en hacernos sentirlo. Es una obra que no alcanza a destacar.
Wright siempre mantiene una perspectiva femenina en primera línea. Ofrece una evocación envolvente del tiempo y el lugar, además de presentar una flexión cinematográfica más sobria, aunque estilosa.
Broadbent brilla en este excéntrico y conmovedor atraco. Maneja con maestría las grandes ideas de justicia social, entrelazando momentos íntimos de la vida familiar de manera excepcional.
Ofrece más puntos a favor que en contra. No suaviza la temática del abuso de drogas y alcohol, a la vez que evita los clichés típicos que el género suele presentar.