Todo ello da lugar a una película poco original pero extrañamente adictiva. 'Nuns on the Run' ya no es lo más espeluznante que ha ocurrido en un convento.
Este documental sobre música es enérgico y profundo, y ofrece un vistazo a la resurgimiento del indie rock en Nueva York, explorando la variedad estilística de su banda principal, The Strokes.
Una conmovedora parábola ecológica llena de pequeñas fintas y rodeos narrativos. Es tan idílica que medio esperas que Totoro asome por detrás de un arbusto.
El carácter juguetón de la estructura se mueve entre lo encantador y lo abrumador. Anderson utiliza numerosos desvíos estilísticos que no logran encajar en el formato.
Los personajes sin diálogo, Gromit y Feathers, destacan por ser un dúo de adversarios al estilo del cine mudo, enfrentándose en una travesura nostálgica y alegre de Aardman.
Profundiza de manera crítica en los aspectos del nacionalismo blanco en América, llegando a la conclusión de que los ruidos de los neumáticos y los tiroteos resultan ser mucho más entretenidos.
Quizá en el desenlace se produzca un exceso de violencia que haga que el mensaje central se pierda. Sin embargo, es probable que estés disfrutando tanto que esto no te genere ningún desagrado.
A nivel técnico, es un logro impresionante. Logra transmitir una sensación auténtica de encontrarse inmerso en una de esas cajas vibratorias rebosantes de bombas.
Con impresionantes panorámicas de montañas y un manejo de la cámara reminiscente de 'El Señor de los Anillos', 'Will Tell' refleja una agradable nostalgia por el cine clásico.