Esta historia de un conejo de juguete que desea convertirse en real es muy popular en el Reino Unido gracias a una referencia hecha por Chandler en 'Friends'. Es una razón más para dejarse llevar por este conmovedor cuento.
Este experimento para estudiar los horripilantes efectos de los contenidos a los que los niños pueden acceder de forma constante, tiene unos resultados previsibles, pero no por ello menos horripilantes.
Nicola Coughlan brilla en su papel de Penelope Featherington. Al adentrarnos en la tercera temporada, el encanto y la calidad de la serie son innegables.
El humor es simple, la música se siente pasada de moda y los diálogos resultan forzados. Sin embargo, las sobresalientes actuaciones de Kelsey Grammer y su elenco la elevan a un nivel casi aceptable.
Para que esta dulce pero empalagosa comedia de hermanas logre destacar en el saturado panorama televisivo actual, realmente debe demostrar su verdadero potencial.