"My name is Khan" pertenece a ese puñado de filmes hindúes sobre hindúes viviendo en la paranoica América post-9/11. Existe algo fascinante en contemplar este país a través de una lente de Bollywood, incluso cuando la historia parece ser una especie de cuento de hadas.
Evitando subtramas flojas, Mr. Dholakia mantiene 'Raees' llena de tensión y misterio, incluso a las dos horas y media, aunque quizás tenga demasiadas canciones.
La Sra. Hui, una de las pocas directoras exitosas de Hong Kong, adapta una historia real, transmitiendo el sabor de lo cotidiano. El drama se despliega de manera sutil, sin eventos explosivos, aunque siempre cargado de emoción.
Rohrwacher fusiona elementos documentales, que resultan poderosos en las escenas familiares, con un enfoque más simbólico. Sin embargo, la película pierde fuerza cuando esta alegoría toma el control de la narrativa.