La peculiaridad de la serie se mezcla perfectamente con un tema familiar de sentirse 'como pez fuera del agua', y sus sensibilidades reflejan una suave humanidad. Es encantadora.
En el peor de los casos, una desagradable serie de chistes homófobos, racistas y sexistas, y por lo demás, poco más que jolgorios del tipo más juvenil.
Si alguna vez has sido víctima de una broma cruel, entenderás perfectamente la sensación que experimentas en los instantes finales del Día de los Inocentes.