La trama pierde rumbo y, aunque no resulta tediosa, es complicado considerar verla de nuevo para entenderla mejor. Sin embargo, la actuación de la protagonista femenina, Elizabeth Debicki, resalta en medio de la saturación audiovisual.
A momento da la impresión de que esta Dune está hecha solo para los fans; los iniciados que tienen como referencia la novela o la anterior película, ya que realmente es difícil imaginar que un público sin dichos antecedentes, pueda engancharse en la historia.