Los personajes están bien diseñados y bien interpretados, pero se ven debilitados por una escala excesiva. La distancia entre el sujeto y el estilo es lo que afecta negativamente a 'Ryan's Daughter'.
Vivir esta experiencia es similar a observar un desastre natural del que no puedes desviar la vista. No quiero insinuar que sea buena o mala, sino que se presenta como una fuerza que trasciende las categorías convencionales.
Si la juzgásemos únicamente por su argumento, podríamos catalogarla como una historia triste y poco más. Sin embargo, lo que realmente la distingue es su manera de muestran cómo se alimenta el racismo, un fenómeno que se transmite de padres a hijos.
Puede que 'Country Life' no sea el 'Vanya' más profundo que haya visto, pero es el más divertido, sacando el potencial que hay detrás de la obra tanto para la farsa como la tragedia.
Puede que la gente vea a Eddie Murphy una, dos, tres o incluso seis veces en películas desechables como esta, pero si quiere aprovechar su verdadero potencial, necesita colaborar con un guionista y director de mayor calidad.
El enfoque de la película no está en generar suspense, sino en retratar la implacabilidad de la avaricia humana y transmitir la idea de que la tierra tiene un valor tan significativo que el espíritu humano puede llegar a sacrificarse por ella.
Hace un mes me quejaba de que este ha sido un año pésimo para el cine; ahora de repente hay una avalancha de buenas películas, y ésta es una de las mejores.
Narra una fascinante historia de un hombre notable, pero nunca llega a ser impresionante. La tensión dramática y romántica nunca llega a desatarse, al tiempo que la película se asienta en un camino de conformidad.