La película intenta ser intensa, vulgar y provocativa, pero se vuelve agotadora rápidamente. Abbott y Costello lograron humor más entretenido en un contexto similar sin recurrir a un lenguaje soez.
Koreeda observa a sus personajes con gran intensidad y calidez. Al igual que Ozu, se enfoca cuidadosamente en cada composición y en la colocación de la cámara.
Tiene un delicado equilibrio entre la comedia y la honestidad: es una película que te hace reír, pero se preocupa más por sus personajes que por las bromas. Es el mejor tipo de comedia que se puede disfrutar.
Una película artesanal que logra capturar la atención en festivales y captura seguidores. Posee un aire fresco y encantador, logrando mantenerte interesado a pesar de un guión no tan innovador.
Mann añade una dimensión interesante al género al incluir detalles precisos de un drama clásico. Cruise y el equipo trabajan en el desarrollo del personaje, superando las expectativas habituales en un thriller.
Aunque no destaca como un gran noir, se mantiene fiel a las raíces del género y ofrece a Samuel L. Jackson uno de sus papeles más memorables en años recientes.
A pesar de una atmósfera cautivadora y una actuación destacada de Josh Hartnett, la película se ve afectada por diálogos poco fluidos y una narrativa predecible.
Es una buena idea para una película. Por desgracia, se queda básicamente en una idea. Los personajes adquieren una importancia tan secundaria frente al artilugio que nunca sentimos gran cosa por ellos.
Un thriller muy bien elaborado, tenso y absorbente. Lo más aterrador de todo es pensar que, meses después del caso Watergate, todo resulta demasiado creíble.