Más allá de los clichés y de los elementos añadidos para potenciar el drama, la historia real es muy interesante, y cuando la película se ciñe a ella, funciona de lujo.
Reeves ha hecho la mejor película de Batman desde 'The Dark Knight', con un mundo cautivador y exuberante que revitaliza a unos personajes que ya hemos visto en la pantalla infinidad de veces.
Raiff ha contado historias con amor, calidez y una cantidad de cariño increíble. Sus películas son sinceras y abiertas como pocas veces lo son este tipo de películas. Un precioso escaparate de todo su inmenso talento.
Uno de los pocos remakes 'live action' que logra capturar aquella magia Disney. Bailey hace un trabajo tremendo como Ariel y su versión de 'Part of Your World' es sensacional.
'Top Gun: Maverick' supera a la original en todos los sentidos posibles, transformándola en una de las mejores secuelas de la historia. Es una película impresionante que te dejará sin aliento.
Es mejor de lo esperado. Bobby Farrelly se aferra a su sensibilidad cómica para crear una comedia entrañable que no necesita romper con la fórmula de películas similares anteriores.
Una ingeniosa parodia de nuestra cultura obsesionada con la propiedad intelectual que consigue mostrar lo alegre y brillante que puede ser esta fusión y celebración de viejas propiedades cuando se hace extremadamente bien.
Una digna comedia deportiva, como las que ya hemos visto muchas veces. Nunca acaba de encontrar el corazón que a menudo hace que las películas de Waititi sean tan poderosas.
La historia de Yusra y Sara podría haber dado lugar a un documental extraordinario, pero en su lugar, se ha convertido en una historia insípida que no sabe contar su viaje de la forma que se merece.
Puede ser un poco estándar en lo que a documentales biográficos se refiere, pero cuando el sujeto es alguien tan interesante como Fox, es difícil preocuparse demasiado por la forma cuando el contenido es tan cautivador.
El documental de Cortes logra cubrir una amplia gama de temas en un tiempo limitado. Afortunadamente, el enfoque es efectivo y logra despertar en el espectador el deseo de profundizar en la vida de Richard.
Bernal ofrece posiblemente su mejor interpretación hasta la fecha en esta hermosa historia sobre cómo encontrarse a uno mismo y convertirse en quien siempre fue.