Por un momento piensas que el momento perfecto llega de una forma demasiado vulgar, se disipa gracias al pulso narrativo firme y seguro de esta directora Romántica sin necesidad de pedir perdón
La película intenta ser entrañable y, en ocasiones, logra alcanzar ese objetivo. Hay momentos tiernos, sin duda. Sin embargo, también presenta instantes que son francamente detestables debido a su falta de sinceridad.
Desganada y cansina, la película genera una fatiga de heroicidades que resulta abrumadora. La narración se alimenta de despojos y, aunque los efectos especiales logran alcanzar su máximo esplendor, el relato se arrastra en la miseria.
Para quienes estaban al tanto de la inquietante capacidad de transgresión de 'Irreversible', 'Love' se presenta como una historia de amor que resulta inocente y superficial.
Unos juegos de la mente muy parecidos a la aventura virtual de cualquier videojuego. ¿Substancia dramática? Poca. ¿Grosor de los personajes? El de la mera caricatura.
Película sobre la filosofía y fisiología humana desatada, 'Adiós al lenguaje' provoca incomodidad y risas... de una manera distinta. Además, invita a reflexionar y volver a observar.
El fresco y sugerente "El hombre de acero" es una típica película de acción de verano. Un Superman mesiánico, interpretado de manera fría y distante por Henry Cavill, se muestra perfecto en su papel.
La película se presenta de manera sumamente seria, con una profundidad emocional significativa. El peso del filme recae en Andrew Garfield, quien logra aportar una nueva vitalidad al personaje. Su interpretación es más inquieta, más agitada y con una energía renovada en comparación con su predecesor.
Buena película de entretenimiento, capaz de atrapar el espíritu de las aventuras del famoso personaje. Sin embargo, en el proceso de captura de movimiento, pierde parte de su efectividad al mostrarse a través de los ojos vacíos de sus personajes.
Es un thriller bien estructurado que resulta atractivo cuando se adentra en la trama. Sin embargo, le cuesta un poco tomar impulso. El principal problema radica en la tesis: es admirable, pero carece de calidez. Se presenta como un brillante ejercicio de estilo, aunque esto lo termina sepultando en sus propios fundamentos.
Fincher logra una vez más presentar un relato ágil, sólido y contundente. La historia se siente fresca, como si fuera la primera vez que la vemos, a pesar de conocerla de memoria.
Gran debut en la dirección de Sonia Méndez que combina, con maestría de veterana, el aire rural con el drama urbano. Donde el paisaje, tan hermoso como indiferente, pone el contrapunto cruel.
Euskadi, en los setenta. Silvia Munt captura la complejidad de la época a través de la mirada y los gestos de Bea (Alicia Falcó). Es una película que se caracteriza por los primeros planos y un audaz uso del movimiento de cámara.
Subirana explora no solo el drama de un pescador desaparecido, sino también el vacío que su ausencia provoca. El rostro inquisitivo de la adolescente Thais García, junto al de Nuria Prims, refuerza esta narrativa.
Abrumador ejercicio de imaginación, con todas las virtudes del animé japonés y también con sus defectos, todo en grado sumo, al menos para uno que no es un incondicional del género. Los fans disfrutarán.