Filme de una rara intensidad. Manda la observación y el tono es aparentemente pausado. Pero uno tiene la inquietante sensación de estar caminando en la cuerda floja soslayando peligros.
¡Dios mío! ¿Qué ha hecho uno para merecer esto? Una estética propuesta de angustia juvenil, al estilo de 'Guardián entre el centeno', resulta ser agotadora y vacía.
'Nada' aborda con autoridad y un ritmo efectivo la obsesión de unos adolescentes daneses por demostrar que algunas cosas realmente importan. Se presenta como un thriller existencial que capta la atención del espectador.
Película desordenada y excesiva que gira en torno a un molesto niño (Antoine-Olivier), de quien, sin embargo, resulta difícil apartar la vista. Un Dolan desbordante, similar a un joven Almodóvar proveniente de un suburbio quebequés.
Es la mejor historia de amor jamás rodada, sin más adjetivos. Una historia de amor desgarradora: por momentos tierna y hermosa, por momentos cruel, y siempre inolvidable.
Una propuesta fascinante que cautiva desde su inicio. La trama es intrigante y logra mantener la atención del espectador, mientras que las actuaciones son sólidas y aportan profundidad a los personajes. Sin duda, una experiencia entretenida que vale la pena disfrutar.
Poulter y el resto de personajes de 'Joe' revelan la grandeza de lo cotidiano. Lo que convierte a una película como 'Joe', centrada en la observación y el detalle, en una experiencia emocionante y vibrante.
El filme muestra una gran maestría, con momentos de intensa genialidad; sin embargo, no logra ser verdaderamente apasionante, a pesar de sus numerosas virtudes. Se percibe que le falta un elemento que la haga destacar aún más.
La odisea de un hombre abandonado pierde efectividad a la hora de mostrar su sufrimiento. En el film hay aventura y hay emoción. Le falta no obstante la grandeza de las montañas que lo rodean.
Crowe destaca como el único aspecto positivo en esta torpe intriga. El misterio se complica con falsas pistas y queda lleno de cabos sueltos sin sentido. Sin embargo, Crowe logra dar coherencia a la trama.
La película es imprevisible. No teman: el filme no es un canto vacío a la belleza estéril. Por el contrario, resulta un ejercicio necesario de mirada descarnada.
En el fondo, todo se presenta como un juego cuyo propósito evidente es entretener y hacernos desconectar. Y lo logra, aunque el olvido llega rápidamente.
Una belleza demasiado pequeña. Vibrante en ciertos momentos, pero también decadente y triste, recurre a demasiados lugares comunes. Este 'Youth' que tanto prometía se queda en la superficie de la vejez, como si fuera botox inyectado.
'Life' se adentra en la entrañable historia de las fotografías que retratan a un dios eternamente joven y ensimismado en sí mismo, evocando siempre la figura de James Dean.