Thriller inquietante y juguetón, que se inscribe en la mejor tradición del thriller negro, con escenas de suspense realmente impactantes. La incomodidad se incrementa de manera constante.
Una inteligente comedia que evita convertirse en un panfleto. Sin embargo, al esquivar la propaganda, en ocasiones incurre en un proselitismo conformista.
Se puede considerar una comedia negra teñida de filosofía existencialista, al estilo de Dostoievski. La chispa en los diálogos es evidente. Si se saltan 'Irrational man', no se preocupen; realmente no es tan importante.
Hay banderas que uno no puede asumir, como ocurre con la bandera de esta comedia triste o triste comedia. Así acaba arrastrada por el fango de las metáforas y uno se enreda en ellas, hasta llegar al hartazgo.
Alegra el ánimo. Elegante y sobria fábula que nos transporta al tono mágico de 'Luna de papel' (1973), un clásico que presenta a una niña autosuficiente, todo ello en un contexto de un realismo sucio que recuerda a las obras de Ken Loach.
Tiene el filme un estilo propio, descarnado. Pero ese estilo, caracterizado por tomas largas y sin concesiones, se desvanece debido al exceso de condescendencia por parte del director.
Una gamberrada en tono menor. Resulta una película espectacular, eso es innegable, para esos momentos de impunidad. En la que sobran estrellas, como Blanchett, y falta corazón.