La serie se extiende innecesariamente y la comedia aparece en intervalos muy amplios. Algunas subtramas resultan absurdas, aunque cautivadoras, mientras que los personajes carecen de profundidad. Hay episodios que logran captar el interés, pero otros no lo consiguen.
Es una variación de La bella y la bestia, pero 'Damsel', que incorpora aspectos del clásico de Disney, no logra captar el interés y se siente algo retrasada en su interpretación de este cuento de hadas.
Al forzar la lógica de las situaciones, a veces logra mantener al espectador al borde de la butaca, pero en otras ocasiones parece perderlo por completo.
Labaki no logra involucrarnos en la trama. Si todas las películas requieren un resumen de sus incongruencias, sería mejor que simplemente enviaran un mensaje en lugar de hacernos invertir casi dos horas de nuestro tiempo.
La película francesa puede parecer entretenida a simple vista, pero aquellos que se concentren notarán la tensión y absurdidad de un guión poco creíble, lo que resulta en un final decepcionante.
Lo que funciona, funciona y acá todo va a buen ritmo. Grandes estrellas que trabajan con convicción y le dan más fuerza aun a una película muy divertida.
Es una experiencia bastante deprimente y incómoda. La mayoría de las escenas de acción son de baja calidad, salvo algunas que, por su nivel de exageración, resultan cómicas.
La película arranca con rapidez y presenta excelentes secuencias de acción. Aunque recuerda a 'Duro de matar', logra mantener un buen ritmo; sin embargo, cuando intenta destacarse y forjar su propia identidad, enfrenta dificultades.
La historia comienza con explicaciones poco atractivas que debilitan la trama. Cuantas más explicaciones se dan, menos impacto tiene la narrativa. Además, como es habitual en las películas de terror, el tercio final resulta ser el menos efectivo.
Los climas de terror son efectivos y se explora el creciente subgénero del horror con ancianos. Aunque aún necesita mejorar para alcanzar un resultado sólido, presenta varios elementos que llaman la atención.
Un film predecible no necesariamente es un fallo; puede mostrar indicios de lo que vendrá y, en lugar de restarle interés, puede aumentar la conexión emocional del público. Sin embargo, en este caso, eso no se logra.
Con sus metáforas de cuento de hadas, la película presenta ideas interesantes, pero carece de valor cinematográfico en la práctica. Esto se debe a un metraje excesivo que supera lo que realmente requiere la historia.
A pesar de ser breve, la película parece prolongarse innecesariamente. Su trama, ingeniosa aunque predecible, no justifica su duración como largometraje.
La película se pierde en su falta de locura, humor o excesos, lo que impide que encuentre una dirección clara. Además, la actriz no logra trascender y eso afecta la conexión con el público. Al final, no nos importa lo que sucede con los personajes ni la solución del enigma.
El carisma de los protagonistas representa a la perfección la esencia de la película. Como actores, brillan con encanto y sus personajes, gracias a ese carisma, alcanzan sus metas, llegando incluso a tocar la fibra emocional del público.
Loach alterna entre la empatía y la dureza, con ciertos momentos que revelan su fatiga como director. Sin embargo, hay destellos brillantes y conmovedores en los que los actores no profesionales logran crear instantes cargados de humanidad.
Es más entretenida al comienzo que hacia el final, donde los ganchos se repiten y donde empieza a decaer el interés. No se alarga demasiado tampoco y tiene varios momentos genuinamente inquietantes.