Aunque es escasa en aspectos dramáticos y visuales, no logra ser del todo convincente como largometraje, pero es una obra incisiva y elegante que se adapta perfectamente a la pequeña pantalla.
Como thriller, es un fracaso absoluto, principalmente debido a la escasez de sospechosos: esta película debe de haber tenido el presupuesto para extras más bajo del año pasado.
Aranoa logra sobresalientes interpretaciones de su elenco y demuestra un excelente control del tiempo cómico. Estas características contribuyen a que la obra sea sólida, placentera y entretenida, a pesar de su profunda tristeza.