Una reflexión importante y melancólica sobre el bien personal vs el mal social. Malick ilumina el film de forma hermosa con su estilo característicamente sublime.
Los sustos son entretenidos, aunque algo predecibles, y presenta algunas criaturas interesantes. Sin embargo, la película termina desconectándose de la audiencia.
Las observaciones culturales que quiere presentar Jarmusch están restringidas por la trama y el desarrollo de los personajes, lo que desperdicia el talento de un gran elenco.