'Mary Magdalene' es una experiencia visual incómoda y densa en ciertos momentos, pero está elaborada con firmeza y presenta un sentido estético sólido.
Un retrato muy detallado de un talento autodestructivo. El estilo narrativo animado de Temple es lo suficientemente sólido para transformar vidas arruinadas en un entretenimiento interesante.
Un vistazo personal y alegre a un legado creativo enriquecedor. Ofrece muchas de las estrafalarias digresiones que se han convertido en una parte característica de su paleta estilística.
Con actuaciones sólidas y secuencias de acción dinámicas, 'Marighella' es apasionante y técnicamente hábil, pero le falta contexto para los no locales. Funciona mejor como thriller que como lección de historia.
Parece evasiva al momento de profundizar en su radicalidad política y artística. Breloer presenta una gran cantidad de material, sin embargo, no consigue que su carismático y contradictorio protagonista realmente cobre vida.
Entretenido pero un tanto elusivo. Está lleno de estilo y actitud, pero carece de revelaciones personales profundas. Los fanáticos existentes no encontrarán mucho nuevo, mientras que los recién llegados disfrutarán del viaje.
Un recordatorio oportuno, personal y atractivo de la historia reciente de Europa. 'The Waldheim Waltz' es muy relevante en esta época de líderes populistas de derechas.
Tom of Finland' relata la vida de Laaksonen de manera cuidadosa pero convencional, con un tono ligeramente aséptico que no encaja con los ensueños pornofascistas del protagonista.
Un retrato tierno, íntimo y sutil de un ídolo del pop con apetito por la destrucción. No contiene grandes revelaciones, pero incluso los fans casuales disfrutarán del cotilleo de los backstage y del talento en bruto que se muestra aquí.
Un denso pudding internacional que falla al intentar darle alas a su concepto. 'The Girl King' es más eficaz como lección histórica de instituto que como un drama interesante a un nivel emocional.
Es un banquete sensorial. Tiene imágenes que recuerdan a Malick, pero eso no excusa que la trama sea confusa, los diálogos rimbombantes y las actuaciones irregulares.
En su favor, presume de un impresionante diseño de producción y efectos digitales. En un sentido menos impresionante, la película de Eisner sufre por personajes estereotipados, diálogos superficiales y un ritmo lento en su tramo intermedio.
Utilizando un cuento popular de 200 años como base, la película satiriza el narcisismo y el fascismo corporal en nuestra era dominada por las redes sociales. Además, rompe de manera consistente la cuarta pared con ingenio y creatividad.
Una comedia británica de vampiros de bajo presupuesto que ladra más de lo que muerde. Por desgracia, el resultado final es un desfile de bromas artificiales y caricaturas sin sangre, fallando como comedia y como película de terror.