Tiene sus momentos, pero es probable que solo te recuerde lo buena que era la versión anterior. Es una cruda ilustración de la diferencia entre intentar ser genial y simplemente serlo.
Una obra rica en texturas, con una narración aguda y una dirección acertada. Se siente como 'Juego de Tronos', pero ofrece una experiencia distinta que sorprende y atrapa.