Una lección de cómo convertir un viejo clásico en una obra maestra moderna, que supera incluso a Final Fantasy 7 Remake en términos de atractivo tanto para los fans veteranos como para los recién llegados.
El original es uno de los mejores juegos de todos los tiempos y este remake está magníficamente reimaginado sin perder por el camino la calidad distintiva del clásico.