Un biopic que resulta sencillo, pero que vale la pena por la hermosa actuación de Regina King. Ella da vida a Chisholm con una reverencia audaz y apasionada, superando la simple imitación para capturar su esencia y su fortaleza.
Moore logra interpretar un personaje de gran complejidad con gran maestría, mostrando su vulnerabilidad y humanidad más allá de la opulencia del vestuario y el maquillaje.
La película logra provocar risa, pero también genera lágrimas con sus intensos momentos, gracias a personajes bien construidos que se entrelazan en una narrativa emocionalmente devastadora.
La serie comprende su esencia y sus fortalezas, eligiendo sabiamente resaltar a los personajes preferidos por los espectadores que tuvieron menos protagonismo en la primera temporada.
Aprovecha inteligentemente los elementos que siempre han hecho atractivo este género, añadiendo al mismo tiempo algunos giros y subversiones convincentes.