Margot Robbie se destaca como la gran revelación de la película. Narra una de las historias más fascinantes del movimiento #MeToo, presentándola con resolución, empatía y autenticidad.
Está llena de sinceridad y cercanía, pero no logra resolver la tensión entre lo crudo y lo glamuroso en el mundo de la lucha que rodea a la familia Knight.
Jessie Buckley vuelve a impresionar. Una historia aparentemente manida se transforma en una reflexión cautivadora sobre las responsabilidades y los derechos que implica ser madre mientras se persigue un sueño.
Aunque hay momentos en que la trama parece poco creíble, la calidez y el ingenio reminiscentes de la original te acompañan. La química entre Zellweger y Firth continúa siendo tan fuerte como en el pasado.
Consigue ser a la vez uno de los mejores thrillers y una de las mejores comedias románticas del año. Una joya tierna e intensa que hará que reconsideres lo que es el amor y la pérdida.
Una inmersión en la naturaleza de la humanidad de un director que ya conoce el lenguaje de la brutalidad y la ternura. Una asombrosa historia de amor que en sus mejores momentos es pura poesía.