Margot Robbie se destaca como la gran revelación de la película. Narra una de las historias más fascinantes del movimiento #MeToo, presentándola con resolución, empatía y autenticidad.
Una inmersión en la naturaleza de la humanidad de un director que ya conoce el lenguaje de la brutalidad y la ternura. Una asombrosa historia de amor que en sus mejores momentos es pura poesía.