Lo tiene todo: lucha de clases, una búsqueda del tesoro y un romance prohibido, por lo que se convierte en una de las series más suculentas de esta primavera.
Una serie de suspense cocida a fuego lento, pero sin un gran clímax final. Su fortaleza radica en su temática cautivadora y en la manera en que sumerge al espectador en el mundo de su protagonista.
Ofrece un caso de estudio clásico sobre las consecuencias de la fama en la adolescencia y cómo esa experiencia da forma a cómo estas personas ven el mundo.