El efecto de este homenaje obstinado resulta sutil y poco revelador. Es una perspectiva tan limitada sobre el proceso de madurez que difícilmente logrará inspirarte a tomar acción.
El marcado realismo y el hiriente impacto de la película son suficientes en sí mismos, pero el riesgo y la verdadera recompensa artística es su inmersión sensorial en este infierno del Hades.
La octava entrega de la extensa franquicia regresa a su territorio habitual, aunque resulta algo trivial, sus resultados son predecibles, pero igualmente entretenidos.
En otro año y en una película más cautivadora, Foxx podría haber ganado el Óscar. Sin embargo, en esta ocasión, Foxx brilla con talento, mientras que Jordan entrega una actuación aceptable, todo en un entorno que resulta algo mediocre.
Es una experiencia visual maravillosa y exuberante, pero que también captura algo de la soledad, la fatiga, y de la nublada y estrábica alienación que los viajes pueden infligir.
Hay muchas opciones de que lo pases en grande con esta aventura. Es Marvel haciendo lo de siempre, pero -y esto es raro- logra tocar casi todas las teclas adecuadas.
Scott Beck y Bryan Woods rodaron este thriller de acción de presupuesto medio durante la época de la Covid, siguiendo el modelo de las películas de serie B y tratando, aunque sin conseguirlo, de alcanzar esos objetivos emocionales.
'Life' se siente como una película de serie B, a pesar de su alto presupuesto. Sin embargo, en cuanto a entretenimiento de baja calidad, la dirección de Espinosa logra cumplir con varias de las expectativas que uno podría tener.
La última película de Julian Sands carece de sorpresas. La trama se desarrolla de manera predecible y los personajes no logran captar el interés del público, resultando en una experiencia que deja mucho que desear.