Hay demasiados personajes principales como para que alguno de ellos desarrolle alguna profundidad, demasiadas tomas de carteles de casinos brillando en la noche, y demasiado poco ritmo y trama para unir todo el conjunto.
Una aventura de acción que regresa a lo esencial y que funciona en su mayor parte. Bond es interpretado de una manera más realista, lo que se alinea más con la visión de Fleming sobre el personaje.