Un drama que carece de credibilidad, donde la actuación de Wright es destacable, pero se ve altamente perjudicada por un diálogo sin profundidad y una narración fragmentada.
Evitad estos dibujos tediosos, de baja calidad y nada divertidos como a una plaga. Una de las experiencias más molestas, aburridas y desagradables que recuerdo.
Recomiendo esta obra por su gran cantidad de chistes memorables y la excepcional habilidad de Coogan en la comedia física. Sin embargo, aún le falta mucho para alcanzar el triunfo que podría haber logrado.
La dirección resulta poco profesional, el montaje es excesivo y el guion carece de profundidad, sin embargo, una sorprendente complejidad moral en las dinámicas familiares le otorga un toque de interés.
Todo resulta excesivo y se presenta a un ritmo vertiginoso, generando una experiencia más desconcertante que emocionante, como si estuvieras frente a un tráiler extendido.
Una historia intensa y poderosa, entrelazada con un romance trágico que toca las fibras más profundas del corazón. Sin duda, una de las obras cinematográficas más bellas y envolventes que se han creado.
'Barry Lyndon' destaca por su extraordinaria fotografía, que resulta impactante y visualmente encantadora. La trama se centra en la búsqueda de la identidad y la ausencia de ésta, lo que la convierte en una narrativa cautivadora.
La palabra 'personal' se utiliza mucho en la crítica cinematográfica, pero es difícil pensar en una obra que se ajuste mejor a esa descripción que el íntimo canto de cisne de Chantal Akerman.
La película de Laughton transforma la esencia del cine negro, elevándola a un nivel que hace que las producciones convencionales parezcan simplemente infantiles. Cada toma se convierte en una masterclass de contrastes, con sombras inquietantes que se enfrentan a luces intensas.
Captura la esencia de lo que se siente al tocar en el primer concierto, lanzar el primer disco, y experimentar el subidón de la locura tras cinco días de desvelo consumiendo metanfetamina, culminando en una explosión de energía sobre el escenario de 'Whisky a Go Go'.
Mel Gibson parece estar aprovechando su reputación como una figura controvertida, buscando transformarla en una oportunidad. La película, por su parte, resulta ser una experiencia cruda y desagradable.
Una adaptación fallida y empalagosa de 'Romeo y Julieta', comparable a una versión universitaria y borracha. Resulta extraña e inintencionadamente divertida.
'Despicable Me 3' padece de una evidente escasez de ideas originales y parece confiar en que la audiencia esté suficientemente interesada en la trama. Además, la inconsistencia en el desarrollo de los personajes es realmente sorprendente.