Bayona ha parido una película de ejecución perfecta y habilidad milimétrica, una flecha teledirigida para hacer diana en el alma y conmoverla (...) es un peliculón.
Termina uno algo apabullado de estímulos, una sobredosis de testimonios desbordados de pasión y admiración. Apabullado pero feliz, claro. Luminoso, instructivo y generoso documental.
Honda, profunda, arisca y oscura, así es esta película sin ni una sola concesión comercial. Conmovedora historia de una mujer, su mundo y su tóxica abnegación.
Comedia bien orquestada, con pasajes desternillantes e inyectada del ritmo preciso, virtud tan difícil de encontrar y sin duda el motivo de fracaso de tantas comedias inoperantes.
Una parábola algo torpe sobre una sociedad futura, con un guion que, aunque prometedor, resulta excesivamente evidente. Su estética es tan pulcra y cronenbergiana que llega a incomodar. Se asemeja a un remake involuntario de Cosmopolis, aunque afortunadamente no es tan pesado.
Típica y archivista buddy movie. Lo mejor que se puede decir de ella es que no ofende especialmente y que tiene un par de chistes con cierta miga que hacen sonreír al subconsciente cinéfilo.
Cansa un poco la retahíla de clichés de pueblo-de-mala-muerte. Se agradece que, tras el sinfín de recursos de manual, al director se le ocurra un final bastante digno.
Mezcla con habilidad la proyección contextual y sabe esquivar la demagogia, a pesar de abrazar el espectáculo, el entretenimiento y la adrenalina. Es un artefacto que no resulta hueco, sino que está impregnado de contenido sustancial.
Una nueva milonga teen. Aunque intenta presentarse como una píldora pulp para los aficionados a las rarezas de terror, rápidamente se revela su verdadera naturaleza y el aburrimiento reemplaza la buena disposición.
Con humor e ironía, la película ofrece una visión clara sobre la deshumanización que provoca el capitalismo y la creciente necesidad de ser amados. Un gran actor brilla en esta obra que, a pesar de su crítica, resulta ser amable.
El humor es torrencial y, en ocasiones, un poco cargante, con una mezcla de humor negro y sarcasmo. Tal vez lo más destacado sean las tres actrices, que aportan un toque disparatado y profundo a la historia.
Un mejunje de agradable visión, situaciones improbables, cancioncitas simplonas, poco que contar… Justo lo que uno se espera. Profesionalidad y factura concreta y concisa.
Impresionante documental, adictivo y doloroso, con una fuerza histórica y cinematográfica colosal. Sin exageraciones y de forma clásica, se basa en la solidez de su investigación, logrando un impacto emocional sorprendente.