Agradable y poco más. El extraordinario carisma de Frank Langella da vida a un relato emotivo, aunque predecible, sobre la vejez y la lucha quijotesca contra la decrepitud.
Casi todo en ella resulta caprichoso y forzado. La acumulación de obviedades a lo largo de la película se vuelve inabarcable, contribuyendo a crear una poética que se siente caduca y desgastada.
Película, elegante, alambicada, algo rococó. Hay enjundia en este ágape bien cocinado, sazonado con un toque de pimienta y un leve exceso de miel, pero resultando en un platillo sabroso.
Debería ser de obligada visión para todo tipo de público, admirable en su recorrido fílmico y su exhaustividad, en su capacidad para historiar con imágenes un periodo ominoso para el mundo.
Un peliculón. Conviven en ella varias películas distintas: una de guerra, una histórica, una de terror y una de ciencia-ficción, y, a su vez, es una sola, tan pétrea como un menhir.
Posee una marcada intención dramática sin renunciar a la esencia de Ernest Hemingway. Magnética historia sobre un último baile, sobre la agonía y la medicina para aliviarla.
La historia avanza a través de grandes bloques narrativos, aunque a veces de manera algo descompasada, pero se presenta con un encanto inexplicable y casi hipnótico.
Eficaz, sólida mirada a un pasado retrógrado que es nuestro presente de retrocesos. Funciona y convence, presentando un engranaje con buena música, dignamente panfletario, y con una actuación fabulosa de Banks.
Es tan fascinante como yermo es el paisaje y como yerma termina siendo. Sí, algo seca, demasiado dura, aunque no lo subrayaría como un error o un debe, sino más bien como una opción de trabajo, de estética.
Es puro lirismo exacerbado, tratado de lo sobrenatural desde la más carnalidad de las vidas. Bellocchio logra una película algo morosa, pero acuñada con extrema personalidad.
Todo es sencillo y cercano, una historia bien contada, dos o tres brochazos de melaza sin empalagar y unos estupendos actores. Bastan pocos destellos de vida para justificar la visión de este cuento entrañable.