'Public Morals' es una serie cruda que resulta interesante e inteligente. En algunos momentos, es divertida, mientras que en otros no tanto. Aunque es violenta, esta violencia no es excesiva y, en definitiva, se distingue de otras series televisivas contemporáneas.
Es inmersiva en un sentido Dickensiano, arrastrándote hacia lo más bajo. 'The Deuce' es en gran medida excelente. La historia se ralentiza, pero el reparto no se queda atrás.
Un drama introspectivo y perspicaz acerca del autismo. La serie destaca por su fuerza y belleza, no solo en su estética, sino también en la profundidad de sus personajes.
'The Orville' muestra un gran potencial, sin embargo, la serie y Seth MacFarlane deben encontrar una mejor armonía entre ambos. La producción resulta extremadamente irregular.
Un nuevo drama de FX particularmente bueno, sólo estropeado por un ritmo tibio en el piloto. Pero el ritmo y la historia mejoran en los siguientes episodios.
Una idea prometedora y un elenco destacado se ven afectados por una premisa mal desarrollada, un guion poco sólido y estereotipos típicos del sur de Florida.
El piloto ofrece un entusiasmo empapado de sangre, el segundo episodio se vuelve más divertido y el ingenio puede ser la gracia salvadora para los espectadores casuales del género grindhouse.
Si logras pasar por alto aspectos como los inusualmente limpios subterráneos y el uso serio del término 'alguacil' entre los policías, 'Flashpoint' resulta ser una historia bastante convencional.
Después de este intento por convertir a Charlie en un personaje cautivador o, al menos, distinto, termina siendo simplemente otra versión de Carrie Mathison en ausencia de medicación.