[Crítica 8ª temporada]: Dexter ha estado en declive durante varios años, y a pesar de que algunos fans han permanecido fieles, será difícil para ellos tolerar el último intento del asesino por resurgir.
Es enérgica y visualmente inspiradora, sin embargo, la acción queda limitada por una historia de autodescubrimiento monótona y clichés del género de ciencia-ficción.
La impresionante creatividad visual de Nimoy y su fiable reparto significan que hace más bien que mal a una franquicia que todavía compite con unas adversarias más jóvenes y más avanzadas tecnológicamente.
Una épica deslucida en la que, mientras se van por las ramas en temas de moralidad y lealtad en combate, también retrata un espectáculo decididamente decepcionante.
Recuerda a las películas de guerra antiguas por su falta de precisión histórica y su historia de amor caricaturesca. Aun así, el duelo central es apasionante e ingenioso.
Un biopic perfectamente respetable que logra capturar la esencia de su protagonista. La actuación es sólida y la dirección ofrece una narrativa cautivadora. Aunque algunas partes pueden parecer predecibles, el filme se mantiene interesante y logra resonar emocionalmente con el espectador.
La trama es ridícula pero agradable, con suficientes chistes para sostenerla durante una hora y media y un ritmo relativamente rápido que impide ver los agujeros en la historia.
La película cuenta con todos los elementos esenciales para cautivar a los más pequeños. Su éxito se debe en gran medida a que resulta extremadamente entretenida.
Un satisfactorio rompecabezas con una recompensa inesperadamente conmovedora. Verás por dónde va la cosa desde muy al principio, pero aún se guarda momentos de shock para el acto final.
Hay suficiente gore, monstruos y violencia para satisfacer, pero lamentablemente falta una buena trama y, lo peor de todo, incluso se las arreglaron para que Kim Catrall pareciera poco atractiva.