Brillante en Prada, como princesa y ahora como psiquiatra en una prisión, Anne Hathaway ilumina este ejercicio de género flojo que erróneamente prioriza el thriller sobre una interacción de personajes.
Aunque es un documental basado en un libro, definitivamente vale la pena verlo. Es lamentable que la narración tradicional esté a cargo de un director tan poco convencional.