Poster de El peque se va de marcha

Críticas El peque se va de marcha (1994)

En una encantadora mañana de verano en un privilegiado suburbio de una gran ciudad, Baby Bink se prepara para comenzar su día como lo hace habitualmente: disfruta de su desayuno, se da un relajante baño y hojea su libro de cuentos favorito: "El peque se va de marcha". Sin embargo, su vida tranquila se ve abruptamente interrumpida cuando es secuestrado por una astuta banda de ladrones que se hacen pasar por fotógrafos infantiles. Los secuestradores pronto descubrirán lo complicado que es cuidar de un bebé y, sin quererlo, Baby Bink se embarcará en una aventura por la ciudad, visitando los lugares que ha conocido a través de su libro. A medida que los ladrones se enfrentan a diversas peripecias y desafíos, el pequeño, de manera ingeniosa, decide tomarse un día libre.

Roger Ebert rogerebert.com

La película presenta gags que podrían haber sido efectivos en los dibujos animados de Baby Herman. Sin embargo, al trasladarse a la acción real, con taxis, autobuses y calles auténticas, además de un bebé verdadero, la diversión no se materializa.

Stephen Holden The New York Times

Lo más refrescante que tiene es su absoluta falta de sentido.

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