Poster de Los creyentes

Críticas Los creyentes (1987)

Después de la trágica muerte de su esposa en un accidente, el psiquiatra de la policía Cal Jamison (Martin Sheen) se traslada a Nueva York. Allí se sumerge en una aterradora pesadilla demoniaca al descubrir al detective Tom López junto al cuerpo de un niño sacrificado en un ritual realizado por un grupo hispano. A pesar de que López es el principal sospechoso de varios asesinatos similares, Cal duda de su culpabilidad y lucha por desentrañar la verdad, lo que lo lleva a una profunda inmersión en el mundo sobrenatural.

Dave Kehr Chicago Reader

Siempre hay espacio para debatir, pero ésta podría ser la película más aburrida jamás realizada sobre sacrificios de niños.

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