El realizador no escatimó esfuerzo ni talento para dar esta pintura de Genghis Khan, y supo aunar su vida sentimental con grandiosas escenas de batallas.
Los responsables de la trama se ciñeron al pie de la letra a las reglas de la comedia romántica. La realizadora demostró una gran habilidad para seleccionar a su elenco.
Una comedia tan pura como dura, que no trata de extraer el potencial dramático de dos personajes tan conocidos como torturados, sino de ironizar acerca de los achaques de la vejez.
Los directores supieron manejar con acierto un guión que recrea las graciosas peripecias del dúo y muestra la calidez que emana de la unión de estos personajes estrafalarios.
La trama está urdida con enorme emoción, con una enorme autenticidad en sus diálogos y en sus situaciones y está, además, interpretada por un excelente elenco.
Apoyado por una excelente fotografía y una música de suaves tonos, el film habla bien a las claras de que las estrategias para progresar no siempre son inocentes y benévolas.
Con algunas primeras secuencias prometedoras, la trama no tarda en caer en monótonas reiteraciones que alargan el relato que va perdiendo interés, pese al esfuerzo de su realizador por insertarse en lo más profundo del alma de su personaje.
El guión cae en una permanente monotonía que, sumada a unos rubros técnicos de notorias fallas, hacen de 'Aguas Verdes' un film que promete más de lo que da.
Los directores Matías Tapia y Carlos Piwowarski lograron, con las correctas interpretaciones de Sofía Bertolotto, Coral Cabaglio y Azul Fernández, armar una entretenida historia de suspenso.
El director Hernán Aguilar presentó un film cautivador que combina el suspenso con la acción. Loren Acuña y Gustavo Garzón aportan un gran nivel a la trama.
Historia que si por momentos abusa de las escenas más escalofriantes no por ello deja de radiografiar un pequeño mundo en el que los vicios, la maldad y la humillación juegan su gran partida.
Nada aquí resulta especialmente innovador, y en ocasiones se vuelve complicado entender el rompecabezas que intenta presentar un guión repetitivo y poco convincente.
Hacía tiempo que no veíamos en el cine argentino un guion tan bien estructurado. Esta película aborda de manera directa y sincera temas como nuestra soledad, tristezas y alegrías.
La trama sigue los clichés típicos de este género, llena de gritos aterradores, sonidos inquietantes, caras de miedo y aterradoras criaturas que acechan a la protagonista.
Gracia y ternura sostienen esta entretenida aventura, mostrando una vez más que Ben Stiller maneja a la perfección los recursos de la comedia más desenfrenada.