Es posible que incluso los fanáticos más incondicionales sientan que la película tiene al menos 20 minutos de metraje de más, ya que no logran suplir lo que realmente le falta.
Resulta insólito el escaso interés que ‘La Sra. Lowry e hijo’ demuestra tener por su propio protagonista, y el melodramatismo de la situación llega a ser sofocante.
La avasalladora nueva joya animada de Pixar deslumbra con su estética. Las coreografías de acción están exquisitamente orquestadas y se presenta un derroche de brillantez visual.
Una de las mejores películas del año. Marder opta por permitir que la historia fluya de manera orgánica y se evita forzar giros o clichés melodramáticos.
Justin Lin demuestra su destreza para crear escenas de acción impactantes, aunque a veces carecen de cohesión. Además, la historia tiende a caer en el melodrama, lo que le resta fuerza.
Es el tipo de película que se siente superficial pero intenta aparentar inteligencia. Sin embargo, Crowe está a punto de aportar su talento para mejorar la situación. Hay un pequeño consuelo para aquellos que, por alguna razón, sientan la necesidad de verla.
No rinde pleitesía a la saga original, pero al menos por un tiempo, se vuelve francamente divertida a pesar de su evidente falta de sentido y de contar con personajes poco desarrollados.
Original y deslumbrante terror a cielo abierto. A lo largo del metraje, Aster exhibe un control narrativo y atmosférico deslumbrante, frecuentemente basado en la frustración de nuestras expectativas.
Obra audaz y llena de pasión, que nos coloca en la perspectiva de quienes se ven forzados a matar por razones legales. En este aspecto, logra su objetivo, aunque eventualmente pierde fuerza.
La increíble historia de los Goonies iraníes presenta cierta tosquedad narrativa, pero esta se ve compensada por la energía y vitalidad que desprenden sus escenas.
Requiere la implicación del espectador y su disposición para dejarse llevar. Se verán recompensados con grandes dosis de riqueza alegórica, momentos de gran lirismo y una profunda humanidad.
Una película tan desastrosa que su único atractivo es comentar sobre ella más tarde. Después de los primeros 30 minutos, es evidente que carece de cualquier contenido interesante.
En los momentos más destacados, la película aborda de manera sutil la noción de que las relaciones dentro del hogar son similares a las interacciones entre los actores en una producción cinematográfica.
Otra película olvidable de Woody Allen que presenta una serie de clichés característicos. Está afectada por chistes forzados que interrumpen un relato marcado por la melancolía y la oscuridad.