Estamos ante uno de esos raros casos donde cada decisión del director fue acertada. Desde la selección del elenco hasta la música, el ritmo y el tono, todo encaja a la perfección. 'El Exorcista' mantiene su estatus como el icónico clásico de terror.
Wenders y el guionista Sam Shepard presentan una profunda exploración visual de los Estados Unidos, abordando los códigos de masculinidad y la dinámica familiar americana.
La mejor película del cine mexicano fue creada por un español, quien ha demostrado tener la visión y el coraje necesarios para mostrar la cruda y brutal realidad de la pobreza en México.
Con una meticulosa atención al detalle y una estética visual cuidada, esta obra evoca la nostalgia propia de Anderson, centrada en elementos inexistentes y experiencias no vividas.
Este documental explora tanto el ambiente adverso que enfrentan los periodistas como la esencia de la humanidad en aquellos que reportan el horror cotidiano.
A medio camino entre la acción y el documental, esta película cautiva al espectador con su impresionante fotografía, realizada por el célebre Paul Strand. Cada imagen es una verdadera obra maestra.
A pesar de contar con un mayor presupuesto y una estrella en el elenco, Fuqua no logra replicar la efectividad ni la simplicidad de la película original.
No sólo es una reveladora y angustiante crónica sobre la caída de la Cuba socialista, sino una película que aborda la admiración y cariño del cineasta hacia la isla, su gente y (contradictoriamente) hacia Fidel Castro.
Este documental resulta cautivador al mostrar que desde la adolescencia, en el ámbito del juego, predominan la estrategia deshonesta, el lenguaje ambivalente y un enfoque pragmático.
'Cónclave' se muestra cauta, evitando profundizar en los aspectos más oscuros de la división, la corrupción y la impureza que afectan a la iglesia católica.
Probablemente la serie más original del año y también la más perturbadora. La serie es un triunfo por donde se le vea: las actuaciones están al nivel de la angustia existencial que se plantea.
Yorgos Lanthimos muestra su talento al dirigir una película que entrelaza la imaginación con un toque de anarquía, humor y sensualidad, haciendo guiños tanto al mito del moderno Prometeo como a referencias religiosas.
Alcalá va más allá de simplemente contar una historia fuera de lo habitual en el cine mexicano; también lo hace con un fuerte sentido de la estética y la imagen.