No hay efectismo ni golpes bajos en este film singular, honesto y conmovedor con el que los directores rinden homenaje a un amigo y revalorizan la noble ambición de los que se dedican a una disciplina que abreva en la siempre compleja relación entre el hombre y la naturaleza.
Petzold maneja de manera excepcional la convivencia de la comedia cotidiana. Retoma el lirismo de Chejov y la profundidad que el cine de Rohmer supo hallar en situaciones que a primera vista parecen triviales.
Algunos trazos gruesos para pintar a los personajes más indolentes o malvados y un golpe de timón argumental algo forzado cerca del final debilitan un poco una película que de todos modos es eficaz como denuncia.
Un relato cuyas características remiten sin tapujos a la tira televisiva, orientada casi siempre al entretenimiento y la reproducción de lugares comunes.
No siempre un boom de taquilla equivale a calidad cinematográfica, pero en este caso sí hay coincidencia. Beneficiada por una notable imaginería visual, un atrapante ritmo narrativo y una gran capacidad para propiciar múltiples lecturas.
La decisión de trabajar sobre vínculos reales, más que ideales, no obtura la aparición de la candidez, el humor y la ligereza en los pasajes donde la película se aliviana y tiende un puente hacia la complicidad del espectador.
Hay varias capas de sentido en esta película de Catherine Corsini. La historia de amor entre dos mujeres de diferente origen social y personalidades divergentes permite a la cineasta explorar una variedad de temas con inteligencia y precisión.
En 'La vida de alguien', el cine de Acuña se siente ligero y cobra vida gracias a su imaginación para abordar cada plano, a la precisión del montaje que ajusta el ritmo a la perfección con la narrativa de la película y, especialmente, a la belleza del excepcional trabajo fotográfico de Fernando Lockett.
En esta nueva entrega se aprecia una mejora en la técnica de animación y una notable habilidad para crear una historia dinámica, sin interrupciones que distraigan la atención.
Con humor e irreverencia, Larraín dibuja su propio Neruda en esta película provocadora y barroca que rinde homenaje al personaje protagónico confiando más en el aliento poético de una ficción atrapante que en el rigor histórico que le vienen reclamando los partidarios del biopic reverencial.
No hay en esta película desbocada, autoindulgente y narcisista ningún rastro de autocensura. (...) Y aún en los más caprichosos revela una libertad expresiva que es difícil de encontrar en el cine actual.
En 'Lo mejor está por venir', el italiano Nanni Moretti demuestra una vez más su firme creencia en la capacidad transformadora del cine. Esta obra se presenta como una reflexión nostálgica, emotiva y aguda.
La directora catalana priorizó el cálculo en lugar del riesgo, lo que resultó en una película pulida pero previsible. Varias escenas se ven afectadas por una banda sonora que, con sus soluciones convencionales, se vuelve monótona.
Técnicamente impecable, la película de Laplace presenta un ritmo narrativo sostenido y un destacado desempeño del protagonista. Sin embargo, no logra cumplir con la promesa de retratar a Perón en sus virtudes y contradicciones.
Una historia dinámica que propone constantemente entrar en el juego de la reinterpretación y cocinada con los condimentos del thriller, las películas de espionaje y el melodrama, pero por fortuna alejada de la solemnidad.
La teoría del todo evita hábilmente cualquier polémica y persigue de manera insistente el consenso mediante estrategias cinematográficas que resultan tan convencionales que pueden llegar a aburrir.
El experimentado actor se luce con una composición a su medida que vuela más alto que una historia debilitada por la repetición de lugares comunes y la voluntad permanente de emocionar.