En 'Lo mejor está por venir', el italiano Nanni Moretti demuestra una vez más su firme creencia en la capacidad transformadora del cine. Esta obra se presenta como una reflexión nostálgica, emotiva y aguda.
La ambientación de época del film es consistente, y el trabajo de cámara y fotografía de Gustavo Biazzi revela solidez y una gran inventiva para apuntalar la trama.
La directora catalana priorizó el cálculo en lugar del riesgo, lo que resultó en una película pulida pero previsible. Varias escenas se ven afectadas por una banda sonora que, con sus soluciones convencionales, se vuelve monótona.
Técnicamente impecable, la película de Laplace presenta un ritmo narrativo sostenido y un destacado desempeño del protagonista. Sin embargo, no logra cumplir con la promesa de retratar a Perón en sus virtudes y contradicciones.
Una historia dinámica que propone constantemente entrar en el juego de la reinterpretación y cocinada con los condimentos del thriller, las películas de espionaje y el melodrama, pero por fortuna alejada de la solemnidad.
La teoría del todo evita hábilmente cualquier polémica y persigue de manera insistente el consenso mediante estrategias cinematográficas que resultan tan convencionales que pueden llegar a aburrir.
El experimentado actor se luce con una composición a su medida que vuela más alto que una historia debilitada por la repetición de lugares comunes y la voluntad permanente de emocionar.
Una trama argumental densa que a veces flirtea con la parodia y que se desarrolla con gran fluidez gracias al trabajo excepcional de Daniel Hendler, Dolores Fonzi, Luis Machín y Germán de Silva.
Más allá de cierta inclinación por el efectismo, está claro que Jakubowicz sabe imprimirle ritmo al relato. Pero más de una vez la ligereza que colabora con su fluidez deriva en pintoresquismo de tira televisiva.
Parte de una premisa forzada y la sostiene como puede a lo largo de una historia que avanza a los tropezones, mayormente a expensas de una suma de arbitrariedades que el guión hilvana sin culpa ni control.
La línea argumental presenta debilidades y resulta inverosímil en varias partes de la película. 'Muerte en Buenos Aires' revive, más que una época, un cine que ha sido aplastado sin piedad por el transcurso del tiempo.
Por el control notable del ritmo, el estilo interpretativo y la dosificación del humor para mantener un sabor agridulce, esta serie alemana de apenas cuatro capítulos puede remitir a 'Red social' y a las series 'Halt And Catch Fire' y 'Silicon Valley'.
Berg demuestra en su ópera prima que domina los elementos del thriller, el cine de terror y la comedia, e incluso establece un vínculo con el cine social.