Tres capítulos le sirven a Fèlix Colomer para mostrar el lado más humano, luchador, luminoso y esperanzador de algo tan demoledor y cruel como la pandemia del Covid-19.
Es tan ágil como una novela del protagonista. Imposible no sucumbir tanto a la personalidad de ese trabajador hiperactivo y nocturno como a la descripción de un momento convulso y difícil de la historia reciente de su país.
Sumerge al espectador en un sucio y tenebroso submundo. La agresividad, la rabia y la sangre se respiran, casi se huelen. Una trama que, en su desarrollo, resulta confusa y atropellada.
Paula Ortiz vuelve a interpretar el clásico del cine español que dirigió Fernando Fernán Gómez en 1977. Aunque la producción tiene un acabado visual más refinado, la narrativa se siente algo menos atractiva.
El conjunto funciona como divertimento y película evasiva, pero en algunos momentos se echa en falta el nervio, el riesgo y la adrenalina que el director que debutó con 'Salto al vacío' suele inyectar a sus obras.
La Semana Santa en Sevilla se presenta en su máxima expresión, mostrando su fuerte impacto en los habitantes de la ciudad desde la infancia, lo que se refleja en instantes memorables de esta primera película.
Es una película de carretera impresionante y vibrante, que fusiona elementos del cómic con el cine independiente de Estados Unidos, pero que también refleja la esencia española, similar a las obras de Bigas Luna.
Una experiencia muy sensorial que se mueve a través de un espacio atemporal alejado de la realidad pero sin adentrarse en lo pesadillesco y con escenas muy hermosas.
Javier Bardem y Fernando León de Aranoa crean una comedia negra ingeniosa que destaca por su solidez y un ritmo trepidante, retratando de manera astuta las dificultades del entorno laboral.
Un vibrante documental que retrata el underground neoyorquino a través de la peripecia vital cuatro valientes transexuales. rezuma libertad, verdad y transgresión.
La vida como travesti en la vejez presenta desafíos, pero esta película de Enric Ribes logra encontrar destellos de luz y esperanza, rindiendo homenaje a la Barcelona más libre y plural.
Este documental celebra la fiesta, la alegría y la libertad, mostrando el orgullo de poder ser uno mismo bajo la bola de discoteca de este club londinense, que sirve como un refugio para la comunidad trans.
Con música heavy metal intensificando sus momentos más locos, Boys from County Hell sugiere un trasfondo ecologista y presenta bromas acerca del fuerte carácter del entorno rural irlandés.
La dirección de actores, la planificación y su elegante realización transforman la obra en un largometraje dinámico que entretiene, conecta con la audiencia y anima.