La tercera temporada continúa evitando caer en el mero deseo de superación personal o empoderamiento, lo que demuestra que su capacidad para perdurar es tan notable como cualquier otro aspecto.
A pesar de sus conceptos interesantes acerca del declive del paganismo y la formación de una identidad nacional, la serie no logra que sus personajes sean tan verosímiles como el entorno donde se desarrolla.
La película se fundamenta en una de las narrativas más icónicas de la historia y asume que no es necesario detallar los eventos ni su relevancia. Sin embargo, resulta ser todo lo contrario.
La serie puede considerarse un producto en su totalidad, sin embargo, hay elementos que son indudablemente genuinos, ya sea de forma positiva o negativa.