Dinámica, con vibrantes batallas, escenarios grandiosos, trazos de humor y mucho colorido, es una película con un protagonista que ha crecido, un héroe juvenil que tiene no solo ganas de divertirse sino ideas que defender y en las que cree firmemente.
Angelina Jolie irrumpe en el castillo con su cautivadora belleza, vestida con un elegante traje de bruja, luciendo unos enormes ojos verdes y una boca prominente. Es regia, amenazante, superpoderosa y, al mismo tiempo, desenfadada.
En resumen, hay pizzas, peleas, persecuciones, villanos que se revelan, bromas adolescentes, planes oscuros y rescates urgentes, todo con el objetivo de salvar al mundo del desastre. Si decides llevar a los niños, ve con tranquilidad: puede que hasta te diviertas.
Es difícil determinar a qué tipo de público puede apuntar esta película. Por de pronto, a niños pequeños, no. “El inventor…” tiene su complejidad (que es lo que la hace interesante) y ciertos tintes sombríos (aparte que dura casi dos horas).
¿Qué hay de nuevo que no hayamos visto en la televisión? Muy poco. Casi nada. Lo que se presenta es un excelente reportaje sobre el difícil episodio de la Roja tratando de conseguir su pase a Brasil 2014.
Si el suspenso consiste en ponernos en encrucijadas aparentemente insolubles una y otra vez y sufrir con ellas porque nuestra protagonista nos importa, entonces Alfonso Cuarón se puede graduar de maestro Hitchcock.
Esta precuela se deja ver, y bien, el guión desliza muy adecuadamente todo aquello que nuestros estresados estudiantes de educación media debieran tener en cuenta para sobrevivir.
Comienza como un ingenioso y divertido homenaje a los 30 años de los videojuegos y se convierte muy pronto en una película más que interesante, amén de entretenida.