Sume todos los elementos cortopunzantes que llegue a imaginarse, muchísimos litros de sangre, pelos desgreñados, un lote de adolescentes insoportables y con eso ya tiene un resumen del remake de 'Carrie'.
Aguda, repleta de matices y elementos cautivadores como personajes, guión, música, escenarios y estructura narrativa, es una de esas películas que se coloca en el estante de lo inolvidable.
Carece de la intensidad de 'Love Story', y como película es completamente convencional, lo que al público al que va dirigido no le resulta significativo.
Hay mucha preocupación por la verdad y la búsqueda de naturalidad en la dirección de Kechiche. Esta forma de guiar a sus actrices y su estilo de filmación logran cautivar al espectador.
La cámara de Fukuyanga enfrenta el horror sin caer en él, evitando el morbo. Su enfoque se centra en los detalles significativos, dejando de lado el impacto efectista y el gore que suele atraer al público. Es una propuesta de cine off Hollywood que busca transmitir un mensaje importante.
Las actuaciones magistrales de Maguire, Schreiber, Sasgaard y Stuhlbarg, junto con una dirección que logra integrar el ajedrez de manera efectiva, crean un retrato profundo de un héroe trágico, reflejando la compleja y dolorosa vida de una persona de difícil diagnóstico.
La trama se centra en gags sencillos, adorables ardillas, una interpretación divertida de las sirenas y una aventura repleta de contratiempos por mares e islas. El guión presenta momentos brillantes, aunque en general carece de gracia.
En la senda de las "peplum", esas películas de romanos heroicos que se dedicaban a la guerra durante todo el metraje, este 'Hércules' cumple con su promesa: acción, épica y un toque de humor.
Puede resultar excesivo y hasta extenuante para un espectador desprevenido, pero se agradece que una película sobre este tema y de esta naturaleza se escribiera y filmara respetando lo ineludible: la profundidad y la riqueza de las palabras y su capacidad de agitar las pasiones humanas.
El grotesco se alterna y se mezcla con escenas crudas, violentas y muy explícitas en una historia atiborrada, tan recargada de hechos, situaciones, escenas que con ella se podrían haber hecho tres películas.
Parece ignorar los códigos esenciales y las convenciones mínimas de este subgénero y, lo que es peor, lo que el público sabe acerca de éste. Violenta y predecible.
Hay una aproximación intimista y una interpretación llena de veracidad y sin aspavientos de los trastornos psíquicos del protagonista. Es también una gran y bella historia de esperanza.
El extraordinario uso del lenguaje cinematográfico es una clase para cualquier cinéfilo y es el valor en sí de 'Wakolda', superando el interés que pueda o no despertar el tema de fondo en sí mismo.