Esta es una comedia que nos demuestra que ser ligero no es un pecado. Con un estilo muy francés y una banda sonora en su punto, nos divierte de principio a fin. Es una película tan delicada y deliciosa como un postre fino.
Más que la plausible explicación del tercer acto que denuncia la frialdad del pensamiento científico, los momentos valiosos de 'Viejos' tienen que ver con las reflexiones sobre la inevitabilidad de la muerte.
Logra ser tremendamente entretenida gracias a su ejecución y a unos personajes femeninos de armas tomar que se alejan de la clásica damisela en peligro a la que los Westerns nos tenían acostumbrados.
Una película con una premisa compleja que se reduce a personajes superficiales y estereotipados, que desespera más que llegar a asustar y que carece de la acción necesaria para convertirse en una película de venganza.
Bernardeau muestra un carisma similar al de Guy Williams, lo que contribuye a que la historia funcione. A pesar de no ser la mejor producción, tiene su atractivo y no debe ser completamente descartada.
Esta película necesitaba un humor más oscuro, así como más escenas que realmente asustaran. También habría sido interesante incluir referencias y guiños a otras películas del género para atraer más a la audiencia adulta.
Se le abona a Beltrán la atmósfera tenebrosa lograda en su 'Llanto maldito' y los sobresaltos efectistas que harán brincar de su silla al espectador desprevenido.
La preferencia por el efectismo de Pesce termina convirtiendo a 'La maldición renace' en un trabajo menor. Sin embargo, eso no implica que no cumpla con su propósito de asustar, ya que lo logra de manera bastante efectiva.
Una serie de pésimas actuaciones, diálogos insulsos, momentos soporíferos, intentos efectistas de sobresaltar al espectador, situaciones absurdas e inverosímiles y una completa falta de carisma y empatía por parte de los protagonistas.
Sexo gratuito, malas actuaciones, ritos satánicos y guaridas sórdidas donde habitan hombres degenerados. ¿Qué más se le puede pedir a una cinta de terror de bajo presupuesto además de calidad?
Lo que pudo haber sido una película inquietante sobre un amuleto nazi que contiene fuerzas malvadas, termina convirtiéndose en la típica cinta de terror adolescente.
A pesar de una trama predecible, la tercera entrega de la saga basada en los muñecos de cabezas grandes y pelo alborotado destaca por su ternura, su colorido, su calidez y su buena música.
Los chistes dirigidos a adultos son excesivamente subidos de tono y carecen de gracia, mientras que Murphy parece tan perdido como el resto de nosotros.