Una serie de pésimas actuaciones, diálogos insulsos, momentos soporíferos, intentos efectistas de sobresaltar al espectador, situaciones absurdas e inverosímiles y una completa falta de carisma y empatía por parte de los protagonistas.
Sexo gratuito, malas actuaciones, ritos satánicos y guaridas sórdidas donde habitan hombres degenerados. ¿Qué más se le puede pedir a una cinta de terror de bajo presupuesto además de calidad?
Lo que pudo haber sido una película inquietante sobre un amuleto nazi que contiene fuerzas malvadas, termina convirtiéndose en la típica cinta de terror adolescente.
Lo siento 'Angry Birds', el trono ya no es de ustedes. Mario ha saltado con gracia sobre el banderín y lo ha hecho de la mejor manera posible. Hasta el momento, 'Super Mario Bros. La Película', es la mejor adaptación cinematográfica de un videojuego.
A pesar de una trama predecible, la tercera entrega de la saga basada en los muñecos de cabezas grandes y pelo alborotado destaca por su ternura, su colorido, su calidez y su buena música.
Los chistes dirigidos a adultos son excesivamente subidos de tono y carecen de gracia, mientras que Murphy parece tan perdido como el resto de nosotros.
Vuelven los Trolls con una lección sobre géneros musicales que es mucho más llamativa que las lecciones sobre el valor de la amistad a la que nos acostumbró el cine animado infantil.
El público infantil y adolescente puede que se impresione con las secuencias de acción y los vestuarios y paisajes coloridos, pero los más adultos quedaremos insatisfechos con la falta de construcción de personajes.
Los intentos de ser incluyentes y actuales para atraer a las nuevas generaciones, y un respeto innecesario por una estructura narrativa que jamás funcionó, la convierten en una desilusión.