La habilidad en el manejo de los tiempos asegurará la entretención, pero será también caldo de cultivo para golpes forzados y actuaciones histéricas que atentan contra la credibilidad.
Es un viaje entretenido sin tiempos muertos, una travesía que involucra a los adultos, no con forzadas bromas de doble sentido, sino que con dosis de ingenio y personajes bien construidos.
Nunca se vuelve predecible, porque aquí todo puede pasar. Pero tantos vuelvos fantásticos amenazan el principal cometido del director, que es sacar lágrimas con una historia de amor que trasciende las fronteras temporales.
Un viaje en el que, indagando también en el dolor de los turcos, pareciera decirnos que no hay otra bandera que la del afecto por nuestros seres queridos. (...) Un debut más que aceptable.
Una película de estética sorprendente sin intenciones de esconder el artificio. Su cine no copia la realidad, sino que funciona como una dimensión paralela.
Por supuesto que se trata de un cóctel orientado al sentimentalismo, pero está bien hecho (...) una película correcta, hecha con mucho oficio y adornada con mensajes de esperanza.
Dentro de los inconvenientes de la representación, también se encuentra un didactismo al que Littin recurre para contextualizar la tragedia. Aunque esto puede ser útil, también promueve una sensación de artificialidad, como se observa con la lectura de prensa internacional al inicio de la película.
Trapero filma con maestría. Demora diez minutos en sumergirnos con habilidad en su tragedia. Aunque ahora esté en ligas mayores, Trapero sigue hablando de crisis financieras, sobrevivencias y métodos de escape.
Los logros a la hora de plasmar las sombrías imágenes de la literatura de Poe se ven amenazados por la caracterización del escritor, presentado aquí como un tipo socarrón.
Esta película se asemeja más al estilo rígido de 'El juego del miedo' que a la creatividad y dirección visual característica de Darío Argento. Sin embargo, tal vez no debamos ser tan severos en nuestras expectativas.
No es un estudio de personajes ni una película centrada en la crisis financiera, ni tampoco una historia de amor. Se presenta como un conjunto de elementos que abarca aspectos de cada uno de estos temas, todo dentro de un envoltorio dramático que recicla los mismos clichés que se pueden encontrar en películas como 'Striptease'.
Políticamente correcta y fiel a la historia que todos conocemos, la película narra la vida de Jesús desde su nacimiento en Belén hasta su crucifixión y resurrección. Sin embargo, lo hace de una manera demasiado convencional y televisiva, lo que impide que se genere un verdadero interés o asombro.
Docampo Feijóo muestra escaso interés en explorar los matices de su personaje, enfocándose en resaltar únicamente sus rasgos más evidentes, lo que se ve agravado por un pintoresquismo turístico que parece diseñado para el consumo exterior.
Apoyado por buenas actuaciones protagónicas, Provost construye una “biopic” correcta que, a pesar de sus méritos, sacrifica profundizaciones por un repaso episódico que pareciera ser el gran mal del género.
El director careció de la agudeza e ironía necesarias y se aferró a clichés que ensombrecieron un trabajo que podría haber sido cautivador. No es suficiente con reunir a Robert De Niro y Sylvester Stallone para que un guión mediocre funcione adecuadamente en la pantalla.