Los rasgos de una obra maestra. Titanic es una diversión insuperable, pero también más que eso: una contribución compleja, libre e intrincada, un empujon impagable, a la evolución del cine moderno. tres horas del mejor cine que hemos visto en mucho tiempo.
La bajada al infierno que presenta 'Ciudad de Dios' se intensifica hacia arriba, impulsada por un crescendo incesante. Es una película tanto terrible como hermosa.
Inteligente y impactante, esta es una película para adultos dirigida por un equipo de novatos. Se presenta como una fresca bocanada de cine independiente, destacando entre lo más vibrante del cine español contemporáneo.
La hermosura del filme es indefinible. La historia y su magistral visualización nos sitúan en el borde de lo inefable, más allá de las palabras. Un filme de tan singular belleza, que se olvidan y dejan pasar su precipitado final.
Está llena de instantes de enérgico destripamiento de la violencia, pero visualizada desde tantos y tan dispares puntos de vista que no hay manera de que el espectador descubra su propia mirada entre tanta, y tan mareante, abundancia de angulaciones, encuadres, enfoques, ópticas, saltos de eje y cambios de observatorio. De ahí que, pese a algunos b
La riqueza de sus angulaciones y ambigüedades ofrece tantos pliegues que siempre, cuando se vuelve a ver, se ve por primera vez. (...) genial destilería de sentimentalismo y cinismo.
Aspira a nueve Oscars y puede que consiga alguno por su habilidad para disimular sus fallos como si fueran originalidades. Lo que intenta comunicar Van Sant es un tema profundo, pero las imágenes y los símbolos de su película nunca alcanzan el significado que desean transmitir.
Nueva joya del cine de animación. Logra un despliegue gradual del hermoso relato, ofreciendo un fascinante recorrido por las entrañas del glaciar, donde emergen imágenes de extraordinario ingenio escenográfico.
Convertido el cinemascope en un formato habitual y en parte casi histórico, 'La túnica sagrada' no es más que una película común, de puro consumo y con algunas rarezas que ahora tienen un inevitable aroma ingenuo.
Hay una suave cadencia crepuscular, silenciosa y subterránea, pero muy pegadiza, que realmente engancha. Esta historia es delicada, dulce y, lejos de ser tristona, está llena de vitalidad y humor.