Es intensa, sólida y se esfuerza en ser digna, pero cuenta con los dedos los logros de una vida monumental, y chisporrotea con más frecuencia de lo que realmente abrasa.
Es excesivamente habladora y abrumadora para el público infantil, aunque seguramente será del agrado de los amantes de los perros y de los seguidores de los actores.
Una obra inmaculada creada por un maestro del medio. Es una propuesta melancólica y bellamente anticuada que probablemente molestará a las nuevas generaciones.
Teniendo en cuenta el talento que atesora, las dudas que muestra la cinta respecto a su estilo y a su incapacidad de conmover han de ser entendidas como una decepción mayúscula.
Un referente del drama hollywoodiense que se sitúa entre el estilo de estudio clásico, elegantemente recargado, y la frescura íntima de la Nouvelle Vague francesa.