Teniendo en cuenta el talento que atesora, las dudas que muestra la cinta respecto a su estilo y a su incapacidad de conmover han de ser entendidas como una decepción mayúscula.
Un referente del drama hollywoodiense que se sitúa entre el estilo de estudio clásico, elegantemente recargado, y la frescura íntima de la Nouvelle Vague francesa.
Tanto si eres un devoto de la película o la detestas, la evaluación final de la obra nos recuerda al poco entusiasta epitacio del Che respecto a Eva: 'Tuvo sus momentos, y algo de estilo'.
A ratos resulta hilarante y en otros momentos conmovedora; es una película dulce y ligera, más una hermosa postal que una biografía detallada. Preveo nominaciones a premios para Williams y Branagh.
Val Kilmer brilla en su interpretación de Morrison, capturando la atención con un carisma impresionante. Por su parte, Stone logra recrear el final de los años 60 con una vibrante autenticidad.
Las buenas interpretaciones que ofrece se quedan en nada por culpa de los numerosos artilugios que presenta, y sobre todo por la presencia de personajes toscos y malhablados.