Un par de secuencias de combate, obligadas pero cansinas por esa necesidad de sobredosis de épica y pirotecnia que exige el género, hacen que la narración baje la guardia.
Estamos ante una narración excelente, que uno diría clásica pero del último período clásico de Hollywood, el de la década de los años 70, magníficamente filmado y musicado.
A favor: Michael Keaton y Marisa Tomei son aspectos destacados de la película. La verdadera batalla se libra a nivel global en el filme titulado "Avengers". Surge la pregunta de cómo se puede evaluar un producto de tal magnitud.
Esta nueva versión, que en realidad no ha sido solicitada, logra capturar el espíritu del original, aunque no lo sigue al pie de la letra. No se trata de una adaptación literal de la obra de St. Exupery, sino de una ampliación que ofrece una nueva perspectiva.
El universo de Schulz resulta ser más apreciado por un público adulto que por aquellos cuya infancia se vio moldeada por una perspectiva, a veces, exagerada de la animación. Sin embargo, ese mismo universo también tiene un marcado tono infantil.
Para comprenderla y disfrutarla, es necesario haber visto mucho contenido televisivo. No siempre resulta graciosa; en ocasiones, los cameos no logran el efecto deseado.
La primera sorpresa es que la película no defrauda. Nos deja con la agradable sensación de que «esto no lo hemos visto mil veces». Cuanto más truculenta parece una escena, más logra sorprendernos.
Quizá uno de los mejores títulos indies recientes. El espíritu de Sundance, o mejor dicho, el legado de Perry y Cassavetes se siente en cada fotograma.
Es en realidad como un episodio largo de 'Sexy Money', aquella serie en la que Sutherland lidiaba con hijos privilegiados que solían despilfarrar sus fortunas.
El director emplea sin hesitación criaturas ocultas bajo la cama y diversas apariciones, junto con efectos sonoros estridentes, sustos sorprendentes y otros recursos de baja calidad.
Es un viaje al imaginario del cine, la versión hardcore de «The Artist» para aquellos que no tienen miedo de ver una película marcada por un efectivo distanciamiento.
La forma en que se narra el nacimiento de una gradual confianza entre las dos mujeres es ejemplo de aplomo y sutileza narrativa, especialmente llamativos tratándose de una ópera prima.
Cuando inicia el juego de la verdad, las revelaciones son tan predecibles que uno solo puede apoyarse en el excelente elenco. Sería inapropiado señalar a uno en particular en esta obra coral.