Netflix se ha especializado en un tipo de contenido vacío que sirve como compañía mientras se realizan otras tareas. Esto es lo que hemos llegado a esperar de la plataforma, pero no es lo que queremos ver en un proyecto de Lohan.
Cuando un director regresa a un género con el que tiene una conexión fuerte, a menudo se siente como un compendio de sus mejores momentos. 'The Irishman' explora temáticas conocidas, pero lo hace de una manera que resulta inteligentemente cautivadora.
Un viaje arduo y poco gratificante. Ni un trío de actores talentosos puede dar vida a esta historia decepcionante y pomposa del director nominado al Oscar.
El filme está repleto de un humor agudo que a menudo no logra conectar con el público. La película podría beneficiarse de una dirección más firme y matizada. 'Brad’s Status' se siente como un conjunto de ideas frustradas que no logran cohesionarse.
'Rough Night' es considerablemente más divertida que muchas de las comedias de estudio estrenadas el año pasado, aunque sufre de fallos en sus fundamentos.
Esta comedia visualmente única de adolescentes tratando de sobrevivir a una catástrofe similar a 'La aventura del Poseidón' ofrece también una observación aguda y detallada de la estructura escolar.
Una versión poco inspirada y desechable del doctor amigo de los animales. No logra cautivar ni entretener, aunque tampoco es una catástrofe; este es el mayor elogio que puedo ofrecer.
Terry George, el director de 'Hotel Ruanda', aborda una parte poco conocida de la Historia en esta película épica, que aunque a menudo resulta empalagosa, está bienintencionada y realizada de manera extravagante.
Waititi parece no tener claridad sobre cómo manejar su versión imaginaria de Hitler, lo que resulta en un ciclo repetitivo de situaciones absurdas que pierden gracia con el tiempo.
Una historia potencialmente fascinante que se torna demasiado distante. Es una película sin sutileza que no logra ofrecer la emoción que aspira alcanzar.
Una película improbable, a menudo surrealista e increíblemente entretenida. Vertiginosamente construida y repleta de más vida y significado que muchos biopics 'auténticos', es un riesgo que realmente vale la pena asumir.
La nominada al Oscar da una actuación impecable en una emotiva interpretación de 'Cenicienta', enfocándose en una limpiadora que tiene la misión de adquirir un vestido de Dior.
Impresionantes imágenes, pero un torpe guión. Al igual que el personaje de Winslet, Allen está atrapado en el pasado, y 'Wonder Wheel' es un aplastante recordatorio de su presente.