Situar la excentricidad que gusta al público por encima de la autenticidad es un tropiezo frustrante que hace que el film no sea un descubrimiento milagroso sino un producto bien posicionado para recaudar.
Sarnoski es un director visual talentoso que ha montado un debut prometedor, pero imperfecto. 'Pig' es tan tranquila como Cage, lo que puede ser tanto una ventaja como una desventaja; a veces es demasiado pausada para destacar realmente, aunque también resulta conmovedora.
En su primer trabajo detrás de las cámaras, Penny utiliza ciertos elementos convencionales mientras intenta añadir algo innovador a una fórmula que ha demostrado ser efectiva, aunque termina quedándose a medio camino en su intento.
Las preguntas escalofriantemente no respondidas de la historia reciben las respuestas más obvias imaginables y se deja la empatía descuidadamente a un lado, junto con la lógica y el interés.
Un grupo de amigos mueren uno tras otro cuando un juego en una fiesta se torna desastrozo. Es un slasher bien interpretado y con toques de humor, que además cuenta con un giro de guion notable, aunque resulta frustrante en ciertos momentos.
La elección de la protagonista es uno de los múltiples problemas que afectan este intento chirriante y poco entretenido de recuperar la esencia de películas como 'Nunca me han besado' y 'Chicas malas'.
La exitosa novela de Colleen Hoover se traslada a la gran pantalla con éxito y eficacia emocional. Es una película de gran emoción, a veces muy poco sutil, pero con una gran fuerza.
Un filme que se considere inteligente podría haber dado una razón más sólida para mantener la cámara hasta el final, así como una justificación válida para su presencia en la narrativa.
Es un placer ver a Wright. A pesar de que gran parte de lo que presenta la película de Saulnier funciona, resulta frustrante que haya elementos que no logran encajar en el contexto.